viernes, 26 de agosto de 2011

PIRAMIDES



Las pirámides de Egipto construidas hace mas de 4 000 años, son la maravilla más antigua y la única que se conserva. Sirvieron como tumba a los faraones egipcios, cuyos cuerpos momificados se rodeaban de tesoros y objetos personales. Erguidas sobre la arena del desierto, las pirámides de Egipto, esbeltas majestuosas, son algo más que un templo y una tumba. Ante ellas, y especialmente a la Gran Pirámide, se tiene la impresión de hallarse en presencia de un monumento que guarda en sus entrañas secretos trascendentales muy estrechamente relacionados con su estructura.
Como en Babilonia y en América, en Egipto las pirámides  eran templos erigidos a la gloria de un dios, templos para complejos rituales de muerte y de nacimiento, y al tiempo monumentos al conocimiento de un pueblo mucho menos ignorantes de lo que los historiadores creían. Hasta los arqueólogos más irracionalmente racionalistas se han rendido a la evidencia : en sus medidas esta reflejado el conocimiento matemático y astronómico de una ciencia incomprensible hace seis o siete mil años atrás.
Estamos, pues, frente a algo más que una tumba. En esa montaña formada por dos millones seiscientos mil bloques de piedra, acarreados y ensamblados quien sabe como, con un volumen total de más de dos millones y medio de metros cúbicos y un peso superior a los siete millones de toneladas, la Gran Pirámide es un templo religioso y científico y tal vez, sea también una tumba
Los problemas de logística y diseño que se le aparecen a cualquiera que se haya puesto a pensar, siquiera sumariamente, en el esfuerzo y dedicación empleados en la construcción de esas inmensas moles de piedra que son las pirámides de Egipto, han hecho que proliferen los trabajos dedicados al estudio de esta cuestión. Por desgracia, las reflexiones de aquellos que han sido iluminados por los arcanos de la «piramidología» son más abundantes y resultan mucho más atractivas que las de los egiptólogos, por lo que llegan al público con más facili­dad y ayudan a difundir una imagen por completo distorsionada de la civilización faraóni­ca. Desconocedores de los hechos demostrados por la egiptología, los «piramidólogos» se lanzan a proponer hipótesis a cual más fantásticas sobre el sistema empleado en la construc­ción de uno solo de estos edificios, la Gran Pirámide. Ya que, centrada toda su atención en esa especie de ídolo mágico que es para ellos la pirámide de Khufu, olvidan que no fue la única edificada por los egipcios.

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